miércoles, 17 de octubre de 2007

Verona "Giulietta abita qui" (noviembre 2006)

Todos aquellos viajeros que se acercan a Verona lo hacen por uno de estos dos motivos: o bien atraídos por el festival de ópera que se celebra en la Arena en agosto o bien para buscar las huellas de la historia de amor más grande que la historia haya conocido: Romeo y Julieta.

Ese fue precisamente el motivo que nos llevó a pasar una noche en Verona: habíamos dejado atrás Florencia, la ciudad dorada y esa pequeña república independiente y soberana que es Venecia, nos esperaba con los brazos abiertos. Pero decidimos hacer un alto para recorrer por una tarde las calles adoquinadas de Verona, para comprobar cuantas historias de amor habrían quedado impregnadas en el aire de la ciudad, para tratar de descubrir que hay de verdad en eso del amor eterno…

Verona no es sólo una ciudad pequeña, coqueta, entregada al río Adige y a la historia de los amantes. Verona es también las huellas de un pasado glorioso, del que da fe la Arena, el imponente anfiteatro romano del siglo I en el que se celebra cada mes de agosto, uno de los mejores festivales de ópera del mundo. Verona es caminar la Piazza Bra y detenerte en alguna de las terrazas a degustar un buen capuccino mientras te das cuenta de que algo especial, alguna extraña energia tiene este pequeño rincón de Italia, para que artistas como Dante, Petrarca o Giotto la eligieran para pasar parte de su vida.

Os propongo un recorrido: ninguna ruta establecida en ninguna guía, sino un recorrido guiado por vuestros propios sentidos: después de contemplar la Arena y de deteneros un momento en la Piazza Bra, dirigios hasta la Piazza delle Erbe: dejad que el olfato os guíe por los distintos puestos del mercado, deteneros para fotografiar la Torre Lamberti o probad el agua de la Fontana de la Madonna Vera. La Piazza delle Erbe es uno de los mejores sitio para comer en la ciudad, asi que si necesitais reponer fuerzas, no os lo penseis…os hará falta para lo que viene a continuación…


Pasead despacio hasta la Basílica de Santa Anastasia…si quereis saber donde está, cerrad los ojos y avivad el oído. La canción del Adige (el río que rodea Verona) os llevará hasta ella. Justo detrás de la Basílica vive él, el río, que otorga un carácter especial a la ciudad. Os recomiendo apoyar los codos en el muro, no tener prisa…a la izquierda podreis ver el Ponte Pietra (nada mejor que atravesarlo en bicicleta), a la derecha el Ponte Nuovo del Popolo y, justo enfrente, el Teatro Romano y la vista de Verona escalando una colina, una de las visiones más bonitas que mis ojos han podido admirar...


Dejad que el río os cuente la historia de la ciudad…que os invite, cogidos de su mano, a atravesar la Piazza dei Signori para buscar la casa de Julieta. Que os hable de los millones de mensajes que viven en el callejón oscuro, de las citas de amor, de la energía que te golpea el pecho y no te deja respirar…Que os cuente como las lágrimas empapan la visión, como, en un momento, te parece entenderlo todo del amor…Subid las escaleras, asomaros al balcón, leed a Shakespeare…Julieta vive allí. Su alma, su espíritu, o lo que de eterno quede de ella sigue entre esas cuatro paredes, esperando como quien espera la primavera, aguardando que Romeo regrese de entre los muertos para cogerla de nuevo de la mano y pasear fuera de los muros de Verona…
Dejad que el atardecer os sorprenda, tiñendo la ciudad de tonos rosas, lilas…caminad unas calles hechas para el romance, acercaros a un Duomo humilde, sin pretensiones, atravesad el Ponte Pietra, y si al alma aún tiene fuerzas, pedidle al Adige que os lleve a San Francesco al Corso. Allí, en un sarcófago de mármol rojo, descansa Julieta…




LOS CINCO IMPERDIBLES


* Un capuccino en la Piazza Bra


*Dejar un mensaje a Julieta. *Escuchar las campanas de las puertas de la ciudad.


*Santa Anastasia y el Adige.


*Cruzar al anochecer el Ponte Pietra.

No hay comentarios: